Jubilados sin aumento

Milei logró sostener el veto a la Ley de Jubilaciones

Con 160 votos a favor, el oficialismo y sus aliados bloquearon la insistencia opositora para frenar el veto del Presidente a la Ley de Jubilaciones.

El oficialismo logró sostener el veto presidencial contra la ley que establecía un aumento del 7,2% para las jubilaciones y pensiones, además de un bono de $110.000 para quienes cobran la mínima. Si bien la oposición logró frenar el veto a la Ley de Discapacidad, no logró blindar el veto de Javier Milei a la Ley de Jubilaciones. Con 160 votos a favor, 83 en contra y 6 abstenciones, el Gobierno consiguió el tercio de voluntades necesario para bloquear la insistencia de la oposición y sepultar la iniciativa.

La derrota opositora en Diputados implica que la discusión también quedó neutralizada en el Senado, donde ya no tendrá chances de avanzar. Así, Milei sumó un triunfo clave en el Congreso frente a una de las leyes que más tensión había generado en los últimos meses. Al interior del recinto, la oposición denunció a los Gobernadores por «aprietes» y «corrupción política» mediante llamadas telefónicas a los Diputados presentes, queriendo alterar los votos de los legisladores.

La mayoría de los diputados sanjuaninos votaron a favor de frenar el veto, es decir que estuvieron a favor del aumento del bono y los haberes de los jubilados. Votaron a favor de rechazar el veto Walberto Allende, Ana Fabiola Aubone y Jorge Chica de Unión por la Patria y las orreguistas María de los Ángeles Moreno y Nancy Viviana Picón Martínez, de Producción y Trabajo. El único voto sanjuanino en contra fue el de José Peluc, alfil de La Libertad Avanza.

Fernando Carbajal, del bloque Democracia para Siempre, denunció que existió «corrupción política», ya que «algunos los gobernadores están apretando diputados para que se vayan del recinto, no se puede cambiar ATN (Aportes del Tesoro Nacional) por votos. No sean inmorales».

Esto se debe a que que uno de los temas de la extensa lista que tratará a continuación el senado será sobre los Fondos de Coparticipación enviados de Nación a las provincias, una carta que juega el Presidente para ganar el apoyo de los diputados afines al PRO, que no votarán en su contra para no poner en juego las arcas de sus respectivas provincias.

El trasfondo del proyecto

La norma, aprobada previamente por el Congreso y luego vetada por el Presidente, buscaba recomponer los haberes frente a la inflación no reconocida de enero de 2024. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la medida implicaba un costo fiscal de 0,32% del PBI para lo que resta del año y de 0,78% anualizado.

También preveía un esquema de anticipos financieros a las cajas previsionales provinciales no transferidas, con un impacto estimado de 0,17% del PBI entre agosto y diciembre. La oposición defendía la ley con el argumento de que el costo sería compensado por la recuperación del consumo de jubilados y pensionados, mientras que el oficialismo insistió en que era una norma “mal diseñada” y fiscalmente insostenible.

Fracturas y pases de factura

La votación estuvo marcada por ausencias clave y reacomodamientos internos. Un grupo de libertarios no se presentó y otros directamente rompieron con el bloque oficialista para anunciar la conformación de una nueva bancada: “Coherencia”. En el PRO también hubo faltazos y abstenciones (como la de María Eugenia Vidal) que lograron que el freno al veto no se lograra.

El radicalismo volvió a mostrar su fractura: mientras Rodrigo De LoredoMiguel Ángel Pichetto y la mayoría del bloque votaron a favor de habilitar la discusión, los diputados alineados al gobernador mendocino Alfredo Cornejo se mantuvieron firmes junto al oficialismo. Innovación Federal, por su parte, votó dividido entre los salteños que responden a Gustavo Sáenz, que apoyaron la ley, y los misioneros que se abstuvieron siguiendo la línea de Carlos Rovira.

Un debate que expuso la grieta fiscal

El oficialismo contó con el respaldo de Ricardo López Murphy (Republicanos), quien ratificó su voto contra la ley: “No lo voy a acompañar porque no resuelve el problema, está mal diseñada”. En contraposición, la diputada salteña Pamela Calletti calificó de “acto de estricta justicia” insistir con la norma y rechazó que se tratara de una medida irresponsable: “No somos degenerados fiscales. Sí hay plata para afrontar estas subas”.

Desde Unión por la Patria, Germán Martínez cuestionó a los legisladores que se corrieron de su apoyo inicial:

“Los derechos de los jubilados no pueden estar en una mesa de negociación con el poder de turno”.

Miguel Ángel Pichetto también criticó al Ejecutivo por su estrategia de gobernar a fuerza de vetos y decretos, mientras Nicolás Massot cruzó al Gobierno por avalar subas en las tasas de interés que disparan la deuda pública.

Lo que queda

Con el blindaje al veto, el Gobierno logró imponerse en una pulseada clave contra una oposición que mostró capacidad de articulación, pero también profundas divisiones internas. En las afueras del Congreso, como todos los miércoles, los jubilados volvieron a quedar atrapados entre los números del ajuste y la disputa política que convierte sus haberes en campo de batalla.