El cuerpo duele después de ir al fisioterapeuta

Muchas personas con dolor, con lesión o con molestias en el cuerpo prefieren no acudir al fisioterapeuta por miedo a encontrarse peor tras la sesión. La realidad es que es normal estar dolorido después de un tratamiento de fisioterapia pero hasta cierto punto.

Tras una sesión de fisioterapia es normal tener cierta sensación de tumefacción (hinchazón) en la zona tratada, dolor al contacto e, incluso, hemos llegado a llamar preocupados al fisio diciendo “estoy peor que antes, ¿esto es normal?”

La respuesta es SÍ. Esto se debe a las manipulaciones de las estructuras durante las maniobras y ejercicios. En otras palabras, al trabajo realizado en profundidad sobre los tejidos y fibras durante la sesión. Pero NUNCA se trata de una lesión ocasionada por la misma.

El gran problema que este hecho tiene asociado es que algunos pacientes valoran la evolución, el tratamiento y el trabajo del profesional en función del dolor generado y esto es un gran errorLa recuperación de lesiones que afectan a músculos, tendones y huesos (ya sean leves o graves) conlleva dolor y, a veces, es inevitable provocarlo durante la sesión pero esto no está relacionado con la mejor o peor calidad de la labor de nuestro fisioterapeuta

Hay personas que acuden a que les den un masaje por el simple hecho de que les “crujan” y consideran que cuanto más dolor sientan, mejor. En cambio otras piensan que a más dolor, peor es la sesión que ha recibido.

En definitiva, hay que dejar a un lado las creencias erróneas y comunicarnos con nuestro fisioterapeuta. Nosotros, como pacientes, debemos describir y explicar con detalle nuestras sensaciones y dolores (cuándo aparece y desaparece, si es intermitente o permanente, …). Nuestro fisio, por su parte, nos debe comunicar las técnicas empleadas y justificar sus consecuencias para que no nos extrañe esa sensación molesta después de la consulta. De esta manera la recuperación y las sesiones serán más productivas.

A continuación, os dejamos los posibles efectos y recomendaciones. Hay que recalcar que las sesiones deben darlas personas con la titulación universitaria correspondiente. 

  • Inmediatamente después de la sesión: Existe mayor movilidad en la zona tratada. La recomendación es: realizar tareas normales y no realizar ejercicios violentos.
  • 24 horas después: Posible dolor al tacto, hinchazón en la zona tratada y disminución de la movilidad. La recomendación es: realizar tareas normales y ejercicios suaves.
  • 48 horas después: Se produce una disminución del dolor y la hinchazón y un aumento de la movilidad en la zona. La recomendación es: hacer vida norma y, en el caso de practicar deporte, que sea a una intensidad moderada.
  • Más de 48 horas después: Desaparecen las molestias. La recomendación es: incrementar progresivamente la actividad física.

Es importante destacar que, a pesar del posible dolor posterior, hay que seguir acudiendo al fisioterapeuta, ya que el dolor que se pueda sentir siempre será mucho menor que el dolor que se siente por no tratar una lesión a tiempo. Es más, es posible que si no se trata la lesión, esta pueda empeorar o cronificarse, con todo lo que supone. 

Algunas posibles razones

Entre las posibles razones de las molestias posteriores están el hecho de que se está tratando una zona lesionada que ya siente dolor. Además, hay que recordar que los tratamientos de fisioterapia son vasodilatadores, lo que puede aumentar la sensación de dolor, y que la zona tratada aumenta la temperatura corporal, lo que puede causar cierta inflamación. Otra razón puede ser que, al tratar la zona, se produzcan ciertas roturas de microfibras intencionadas en los músculos, lo que también puede producir molestias.

Conocer hasta dónde es normal el dolor es básico así como la comunicación con el fisioterapeuta.